VIRACOCHA (mitología inca)

VIRACOCHA Y LA ISLA DEL SOL

Virakocha fue considerado por los aborígenes Incas como ante todo un dios civilizador y constructor, levantó gracias a su poder el llamado lago Titicaca (En la zona que corresponde a Bolivia), los Incas consideraban al lago como sagrado, al cual solo podrían entrar tras rituales de purificación, este fue construido según las tradiciones por El dios blanco civilizador Virakocha, desde ese punto habría nacido el sol, fue Héroe, gigante, caudillo y hombre. Pedro Cienza de León le describe como "Hombre Blanco de crecido cuerpo que inspiraba veneración y mostraba gran autoridad; dominaba la naturaleza, tenia tan gran poder que de los cerros hacia llanuras y de las llanuras cerros..."

Virakocha fue el impulsor de la civilización Inca, muchos de sus cultos y tradiciones en honor al sol son parte de su legado, tradiciones que misteriosamente se repiten en diferentes puntos del orbe, no Solo en su figura (contenido), sino que también en su forma. Al Igual que Quetzalcoatl, el dios blanco civilizador, Virakocha señaló que volvería a las Américas a reclamar el lugar que le correspondía como ser divino, la llegada de los conquistadores españoles coincidió con la con el retorno de la serpiente emplumada (en el calendario azteca correspondía un ciclo cada 52 años, coincidiendo con la conquista de México de Pizarro), los aborígenes creían que comenzaría un nuevo reinado del Quetzal (pájaro)

Existen en las ciudades de Tenochtitlan representaciones morfológicas de los dioses blancos civilizadores y todos coinciden con la imagen de un europeo, Barba, Nariz recta y pelo Liso en muchos casos y ¡Ojos de Color!.

Virakocha poseía el poder del "mana" pascuence, es decir la facultad de mover grandes objetos por el cielo, lo que se ha pasado a denominar poder del Vril, ese poder irradiado por los dioses Arios, perdido, pero latente en la raza Blanca.